Ya hemos hablado de las ventajas e inconvenientes de este tipo de armarios, pero ¿cómo hacer un armario empotrado? En el siguiente artículo te damos las claves que no debes pasar por alto.
Los armarios empotrados son una de las mejores soluciones de almacenaje, ya que además de ser cómodos y discretos permiten almacenar un montón de cosas y ¡se adaptan a tu decoración! Están diseñados para aprovechar todo el espacio y suelen durar más que los normales.
Por ello, si tienes un espacio disponible en casa y no sabes con qué utilizarlo, un armario empotrado puede ser una buena solución.
¿Qué debemos tener en cuenta antes de hacer un armario empotrado?
Lo primero más importante y primordial es planificar bien el espacio y tomar medidas al milímetro. Un armario empotrado está compuesto por tres partes:
Revestimiento interior
El armario se puede revestirse con un tablero o con papel pintado. En el primer supuesto, es importante que el tablero tenga un grosor igual o superior a 16mm para poder anclar los portaestantes y otros elementos. Otra opción, son los módulos prefabricados, aunque hay que valorar si las medidas de estos cubren todo el espacio.
Divisiones
Del mismo modo, también es fundamental saber qué uso se le va a dar al armario empotrado. Si lo que buscamos es colgar abrigos o camisas, podemos emplear una barra. Si también queremos ponerle baldas, es importante que aquellas que tengan más de 80 cm de largo, cuenten con un portaestante en el centro para evitar que se doblen por el peso de la ropa y el propio.
Frentes
Se trata de la parte que remata visualmente el armario y donde más libertad tenemos para diseñar. En función del espacio y del diseño que queramos, podremos utilizar frentes que sean abatibles o correderos.
Cómo hacer un armario empotrado paso a paso
Una vez que tenemos identificada la zona donde se va a colocar el armario empotrado, lo más importante, antes de comenzar a realizar ningún trabajo, es medir bien la zona o superficie que destinaremos a este.
También es fundamental determinar el tipo de puerta que se va a utilizar, ya que las abatibles o plegables necesitan entre 50 y 60 cm de espacio libre para que se pueda abrir sin dificultad.
Después, se puede optar por revestir la superficie con papel pintado para posteriormente colocar las baldas interiores. Otra opción es utilizar unos paneles de madera en lugar del papel pintado.
Posteriormente, lo recomendable es hacer un pequeño esquema de cómo queremos que sea el interior. Una vez esté definido, el siguiente paso es ir creando los diferentes accesorios que se utilizarán en el interior del armario: barras, cajones, baldas, etc.
Una vez que estén colocados todos los elementos en el interior del armario, lo siguiente es crear las puertas. Lo más sencillo es que sean correderas, ya que ocupan menos espacio en la estancia.
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