Construcción de piscinas: ¿qué debes tener en cuenta?

El calor ha llegado y el verano cada vez está más cerca. Por ello, hay mucha gente que ha empezado a pensar en la construcción de piscinas o en la renovación de ellas. Si te encuentras en el primer caso, en el siguiente artículo te damos algunos consejos que debes tener en cuenta para lograr un resultado eficaz y duradero. ¡No te los pierdas!

Construcción de piscinas: factores importantes

Antes de nada, hay que aclarar que la construcción de una piscina no es una obra excesivamente compleja, pero es necesario tener presente una serie de cuestiones para que el resultado sea el esperado. Las principales son:

Localización

Ya que es un elemento que no se va a mover, lo primero y más importante de todo es elegir el espacio donde irá situada la piscina.

En este sentido, se aconseja situarla en un espacio en el que haya intimidad y se pueda estar tranquilo, lejos de miradas ajenas. Generalmente, esa ubicación suele ser la parte trasera de la casa o del jardín, un lugar apartado de ventanas, puertas o zonas de paso para evitar estar a la vista de la gente.

Además, es buena idea orientarla o situarla en una zona de máxima exposición solar (no sólo en verano), ya que aumentarás su confort y sus horas de aprovechamiento.

Terreno

Otro aspecto importante es el terreno. Es importante que este sea apto para acoger una piscina. El suelo, debe ser firme y estable; se recomienda también que sea completamente horizontal. Además, conviene evitar los terrenos húmedos, poco compactados o rocosos.

Es importante también conocer las especies arbóreas que le pueden afectar. En este sentido, la presencia de árboles puede ser un problema, no solo en cuanto a la suciedad que las hojas y demás residuos generan en el agua, sino que las raíces pueden afectar a la estructura de la piscina y provocar grietas en las paredes.

Medidas

Este factor depende principalmente del espacio que se disponga. Deben ser proporcionales al espacio disponible, así como al número de usuarios y a su uso principal. Ten en cuenta que, a mayor dimensión, mayor coste. Lo recomendable es que la piscina no ocupe más de la mitad del espacio disponible.

En cuanto a la profundidad, la tendencia actual es maximizar la superficie donde se hace pie para disponer de más espacio lúdico y de socialización, por lo que suelen cubrir entre 1,2 y 1,7 metros.

Materiales

Hay múltiples materiales y técnicas a elegir para construir una piscina, a medida de cualquier bolsillo y agenda. Tan sólo ten en cuenta que, como norma general, las soluciones más baratas y rápidas suelen ser también las menos duraderas.

Los materiales y soluciones para la construcción de piscinas más habituales son:

• Fibra de vidrio / poliéster: La tradicional piscina prefabricada. Es la opción más barata y rápida de instalar, pero también la más susceptible al desgaste y a la aparición de grietas.
• Acero inoxidable: Es una solución prefabricada no tan barata, pero igual de rápida. Son mucho más resistentes que las de plástico y se adaptan mejor a terrenos difíciles.
• Hormigón: Las piscinas de hormigón (ya sea armado, en bloque, encofrado o gunitado) son las más duraderas, las que se adaptan mejor al terreno y las que más posibilidades de forma y diseño tienen. Sin embargo, su construcción es más lenta y su precio más elevado
• Desbordantes: Sin duda es un tipo de piscina muy espectacular, pero también una opción más cara debido a su sistema de recogida perimetral y bombeo.
• Elevadas: Este tipo de piscinas no precisan de excavación y se construyen directamente sobre el suelo. Aunque abultan, son desmontables y rápidas de instalar. Pueden ser de madera o de acero.
• Transparentes: Si quieres una piscina de revista y el presupuesto no es un problema cabe la posibilidad de que una o varias de las caras del vaso sean de un material transparente como el metacrilato o el plexiglás. El principal inconveniente de este tipo de piscinas, además, del precio, es que requiere de un extra de limpieza.

Acabados

Igual que sucede con su construcción, existen multitud de acabados para la piscina y sus exteriores. Entre los más habituales están:

• Gresite: Es el revestimiento tradicional de las piscinas, compuesto por pequeños azulejos. Se adapta a cualquier tipo de superficie y su coste de instalación es bajo, aunque el mantenimiento es más costoso debido a la gran cantidad de juntas que tiene.
• Baldosas de gres porcelánico: Se trata de una solución muy elegante y cada vez más en popular, especialmente con piezas grandes. Su mantenimiento es más sencillo, ya que se reducen las juntas.
• Microcemento: En este caso las juntas son inexistentes. Sin embargo, su instalación es muy artesanal y costosa: los operarios deben ser muy profesionales y especializados para evitar la aparición posterior de grietas.
• Lámina armada: Es una de las soluciones más modernas y con mejores prestaciones del mercado. Consistente en una lámina impermeabilizante y de acabado, compuesta de 2 capas de PVC y una malla de poliéster entre ellas.

Al igual que el microcemento, permite un acabado sin fisuras y de máxima adaptabilidad al perímetro. Ofrece una excelente estanqueidad, mantenimiento y resistencia a las bacterias, y además dispone de una gran variedad de colores y acabados.

Cuidados y mantenimiento

Una de las principales dudas para el cuidado de la piscina está en usar cloración tradicional o salina. La primera requiere de una inversión inicial menor, pero tiene un conocido efecto irritante sobre la piel y los ojos, mientras que la segunda, pese a tener un coste más elevado al principio, su mantenimiento es menor y a la larga más económico que la utilización de cloro. Además, es menos perjudicial para la piel y los ojos.

Para los más ecologistas, existe la opción de construir una piscina natural, cuyo filtrado libre de químicos se realiza a través de plantas y algas. Si nos decantamos por esta opción, es importante evitar la proliferación de insectos y limpiar a fondo la piscina una vez al año.

Acceso

La opción más sencilla y económica es la tradicional escalerilla de acero, que permite economizar el espacio. Sin embargo, cada vez es más frecuente construir escaleras de obra que se integren en la piscina. Entre sus principales ventajas destacan: la comodidad y seguridad que aportan, así como su toque estético.

Iluminación

Normalmente, no se suele tener muy en cuenta este factor y se deja para el final. Sin embargo, una buena iluminación permite ampliar las horas de baño y destacar elementos de la piscina.

La opción más habitual es instalar focos alógenos de manera proporcional a la forma y dimensión de la piscina. Otra alternativa que está ganando protagonismo son las luces LED, ya que son más económicas y permiten cambiar los colores a gusto de uno mismo, proporcionando una iluminación elegante a la piscina.

También existe la opción de utilizar elementos flotantes de iluminación, como complemento a las luces mencionadas en el párrafo anterior.

De cara a la colocación de las luces, se recomienda no ponerlas a demasiada profundidad, para no tener que vaciar toda la piscina cuando haya que realizar su mantenimiento; así como, no orientarlas hacia arriba o en dirección a la vivienda, para evitar deslumbramientos.

Normativa

Por último, para la construcción de piscinas es importante obtener la licencia de obra. No es un trámite complicado, simplemente hay que presentar un proyecto técnico de la piscina a construir en el Ayuntamiento de nuestro municipio, y si todo está correcto, ellos te darán la licencia municipal de obras.

Lo que esta licencia tiene en cuenta son factores como que el terreno sea edificable, que haya distancia con las parcelas (o carretera, si la hubiera) vecinas o las conexiones de los desagües con la red municipal.

Por lo general, estos permisos los pide la empresa a la que encargues la construcción de la piscina o se piden a un técnico de obra y su concesión no debería ser compleja.

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